El portavoz comarcal de CC.OO. en el conflicto, Carlos Búa, señaló que en la ciudad y comarca se había alcanzado un seguimiento del 100%. «A patronal non quere traballadoras, o que demanda son escravas», indicó. La buena disposición de los comerciantes se contraponía a la de los interesados en adquirir las gangas el primer día de rebajas.
En el caso de Pontevedra, la huelga obligó ayer a cerrar las principales calles comerciales de la ciudad, que ofrecían un aspecto más de domingo que del primer día de rebajas de verano. Tras una asamblea organizada a las 9.30 horas, los piquetes tomaron como referencia las tiendas de la cadena Inditex para empezar a movilizar al sector pontevedrés. Era el objetivo para que el ejemplo cundiese entre el resto de locales. Apenas hubo reticencias por parte de los encargados de los comercios, que en pocos minutos cerraron sus puertas presionados por las piquetes, que asaltaban las tiendas de forma pacífica.
La presidenta de la Federación de Comerciantes de Vigo, Encarna Álvarez, manifestó ayer su disconformidad con la huelga, y más cuando se ha hecho coincidir «deliberadamente con el primer día de rebajas». A su juicio, «los trabajadores tienen sus derechos, y nada que decir contra eso, pero hoy [por ayer] era un día especial para el comercio textil, y fueron a hacer daño».
Para Encarna Álvarez, las negociaciones entre las partes estaban abiertas y no se había logrado un acuerdo, pero este paro «es desproporcionado y sus consecuencias para muchos negocios pueden ser nefastas, dada la delicada situación económica; si cierra el empresario, también lo hará el trabajador».
Para Encarna Álvarez, las negociaciones entre las partes estaban abiertas y no se había logrado un acuerdo, pero este paro «es desproporcionado y sus consecuencias para muchos negocios pueden ser nefastas, dada la delicada situación económica; si cierra el empresario, también lo hará el trabajador».
FUENTE: lavozdegalicia.es
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